lunes, 26 de agosto de 2013

“50 AÑOS MÁS TARDE LA HISTORIA SE REPITE”


Cada vez son más los españoles que hacen las américas a Alemania.


Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, o bueno, en los tiempos que corren hasta que debe abandonarlo. Desde que la crisis interrumpió nuestras vidas allá en el 2008, miles de personas se han visto obligadas a emigrar de sus ciudades o pueblos en busca de un futuro mejor. Muchas veces este futuro es mezquino y se niega a ofrecer una vida distinta. Lo que está claro es que la solución no va a llegar sin hacer nada, sin movernos o esperando a que el Gobierno de turno busque planes infructíferos.

El año pasado, la emigración a Alemania fue la más alta de los últimos 20 años, disparando a un millón los inmigrantes que acogió el país que preside Angela Merkel. Solo en España, alrededor de 30.000 ciudadanos se vieron forzados a hacer las américas a Alemania, un 45% más que el año anterior. Lejos quedan aquellos años, anteriores a la crisis en los que apenas 8.000 españoles decidían ir al país germano.
Pero como dice el refrán “no es oro todo lo que reluce”. No todo el mundo que va a Alemania encuentra trabajo, muchos de ellos vuelven igual que se han ido. El idioma y el "choque cultural" frenan a muchos y ha obligado a otros a retornar a España tras comprobar sobre el terreno los obstáculos que deben sortear para integrarse en el mercado laboral y en la propia sociedad alemana.

Se repite el fenómeno de los años 60’ cuando miles de españoles, la mayoría obreros no cualificados, emigraban a Alemania dónde emergía una industria fuerte escasa de trabajadores, muchas fabricas ofrecían salarios tres veces mayores a los de España.  Por aquella época la península estaba bajo la dictadura de Francisco Franco y la dureza del régimen hizo que muchos hombres y mujeres, sin preparación académica, sin hablar alemán y la mayoría de las veces dejando a la familia atrás, viajaban con sus maletas de cartón en busca de un futuro mejor.

Han pasado 50 años y hoy vuele a ocurrir lo mismo. Esta vez cambiamos los emigrantes por jóvenes licenciados con una buena preparación del idioma. Ahora en vez de viajar con maletas de cartón lo hacen con modernos ordenadores. Pero la fortuna no es la misma. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de cada tres jóvenes que se van dos se regresan y sólo uno consigue establecerse.

Vivimos en un país incoherente. Lo califico de incoherente porque está formando a la futura mano de obra de otros países. La geografía europea se está quedando pequeña y cada vez son más los que cruzan el charco hasta América. Y hoy lo que nos atormenta es que seamos los jóvenes españoles los que tengamos que afrontar el drama de vivir alejados de nuestras familias y amigos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario